lunes, 31 de diciembre de 2007

Comentario

PARA LAS ENTRADAS DEL CUENTO SIN FIN
¿Qué decir?...

La energía describe mejor las emociones que las palabras...

Maravilloso...Gracias a la niña del agua que con su luz resplandece como un Sol entre nosotros.

Cefiro... Buenísimo y la imagen impecable... con esa inasibilidad descriptiva que provoca al observarla y ese mensaje onírico

que está más allá de los estados que estamos acostumbrados a experimentar.

Chato con ese humor que nos contagia tantas alegrías y la niña sigue despertando amores por doquier.

Lau con una percepción que no hay donde esconderse... Laura me sonó bien la primera vez y su comentario me lo confirma.

Apalie... que no decir de Apalie... soñadora, osada, ingeniosa, que me ha hecho creer de nuevo que la magia es posible.


Me gusta el nombre Sinfín para el delfín su eterno compañero de aventuras.
Q.K.

domingo, 30 de diciembre de 2007

5 - Cuento sin fin

¡Ola! ¡Ola! ¡Oooooolaaaaa! Perdón, ¿los salpiqué?, es que vengo nadando duro en estos días y, ¡por fin!, me tomé unos minutos para hacer la plancha. Respiro suave, estiro las piernas, recuesto la cabeza, observo el cielo y me dejo llevar por el agua… y suele ocurrirme que en esas ocasiones en que me olvido de todo es que me acuerdo, y recuerdo, y encuentro y me encuentro con una niñaángelsirena que me invita a participar de un cuento sin fin, sin fin, sin fin, sin fin sin fin sinfinsinfinsinfinsinfin…
¡¡¡Buenísimo!!!
¡Ola! ¡Ola! ¡Ooooooolaaaaaaa! Me salpica la sirena con agua, el ángel con bendiciones y la niña con magia. QK, yo también supe estar en la luna, y aún logro escaparme hasta allá, pero las cosas del diario vivir me plantaron en tierra, “me gustan las raíces”, y así como la luna define las mareas también marca las siembras y las cosechas, y se cosecha de todo un poco: niñas, sirenas, ángeles, raíces, estrellas, semillas, hierbas, árboles, ríos, lagos, llanuras, montañas, cerros, sal, piedras, murmullos, gritos, silencios, cuevas, túneles, puentes, caminos…. sin fin, sin fin, sinfinsinfinsinfin…
Y elijo. Elijo la niña. Porque lo puede todo. Porque puede ponerle cola de pescado al ángel, alas de algas a la sirena, meterse en cuevas, trepar a los árboles, rodar por la hierba, mirarse en el lago, subirse a las estrellas, ser sal, camino, puente…
¡La niña tiene magia! Y adora jugar…

Marta

sábado, 29 de diciembre de 2007

A Modo de Aceptación

Es realmente increíble lo que estoy leyendo en esta página y realmente confío en que, día a día, me sorprenderé aún más.
Bárbaro. Y sigan sumando, que mientras haya vino en la copa los payadores no dejan la guitarra.
Éxito, éxitos a todos y cada uno de los que lean este mensaje.
Los eslabones comienzan a tomar consciencia de que están unidos y de que, unidos, nada es inalcanzable.
Un abrazo a todos. O uno para cada uno.
Seamos equitativos.
Saludos.
Adrián

viernes, 28 de diciembre de 2007

Comentario

Les puse número a las partes del cuento para que puedan leerlas en orden, así la historia va teniendo un sentido continuado. Me está encantando!!!


Les pido que me disculpen si me metí demasiado, pero voy a suscribir los mails de todos ustedes para que el material les llegue directamente al mail también. El que no quiere se desuscribe y listo. Así se enteran cuando hay algo nuevo y pueden seguir la historia...


Gracias a todos!! Son un grupo increíble!!

4 - Cuento sin fin


No tenía nombre. Era, simplemente, una niña. Una niña del agua. Y eran contados los que realmente descubrían su identidad, porque para reconocerla se necesitaba ver más allá. Más allá de la piel que la envolvía. Más allá de las palabras que pronunciaba. Más allá de lo que a simple vista se percibía. Se necesitaba ver, empleando magia. Esa magia que cada uno porta en su interior, pero en la que no todos creen. Y al utilizarla, uno revelaba en la niña el verdadero decorado de su alma. Pura, cristalina.
--Disculpe, Señor Autor. ¡Oh, qué torpe! Señores Autores, quiero decir. Olvidaba que ahora son más de uno y que, seguramente, tendré que lidiar con cada uno de ustedes.
- Si "lidiar" es lo que te propones, puedes dar ya la media vuelta.
- Mil disculpas, otra vez. No me expresé bien, quizás.
- De hecho, nunca te has expresado bien.
- Mi intención no es entrar en conflicto con nadie, con ninguno de ustedes. Sólo quiero, desde mi punto de vista, contribuir y enriquecer el texto.
- Nunca he coincidido contigo, yo por lo menos, en lo que a contribuir y enriquecer se refiere. En otras historias, lo único que has hecho fue atentar contra mi palabra.
- Tiene usted razón. Comprendo que, en el pasado, no he desarrollado mi labor con absoluta lealtad. En cambio, ahora, estoy dispuesto a subsanar ese mal ofreciéndole, no sólo a usted sino a todos los Señores Autores, mis humildes servicios.
- Esa decisión no depende de mí. Tu destino no está en mis manos. No, esta vez. Te limitarás a la voluntad de cada uno de los Señores Autores. Es todo lo que yo puedo ofrecerte.
- Desde ya, muchas gracias.
Sólo utilizando esa magia, propia nuestra, uno asimilaba lo que realmente se ocultaba detrás de sus pupilas. La niña del agua. Sus secretos. Sus propósitos. Cuando desperté, una mañana, comprendí que esa magia tanto anhelada me había sido arrebatada. Ya no estaba en mí. Y desesperé. Debía recobrarla. O la niña emprendería su viaje sin mí y eso sería algo para lo que yo nunca hallaría consuelo.

Chato

3 - Cuento sin fin

Después de caminar largo rato y comprobar que nadie la estaba siguiendo, volvió a poner los pies en el agua, en cualquier recodo donde se juntase agua, de lluvia, de río, de mar... ella encontraba su mundo. Con movimientos ágiles, se paró dentro del charco de agua que no le llegaba más que a los tobillos, pero sintió como la vida volvía a circular dentro de ella.
Alzó los brazos al cielo, que ya estaba cargado de luces y se transformó en una columna de vibraciones que cosían el cielo con la tierra. Mientras su piel tuviera contacto con el agua, hasta una gota de agua podía transformarse en un mar inmenso, infinito, abundante. Y allí estaría Sinfín, su eterno compañero de alegrías y de luchas, el delfín que la ayudaba a transitar con mayor liviandad estas tierras de densidad agobiante.
Él no desaparecería si no había agua, su estela de energía era siempre perceptible para Aquamarina, o tan sólo “Aqua”, como la llamaba él. Sólo que era un nombre que, cuando ella caminaba por este mundo, la mayoría no conocía o no alcanzaba a pronunciar, porque estaba hecho con un alfabeto del que la humanidad recién ahora comenzaba a aprender los primeros trazos.
Y, tan sólo pensar que ya se estaban abriendo las puertas a esa nueva realidad, que los hombres estaban dando pasos agigantados por aprehender ese nuevo mundo, la llenaba de emoción. Por ahora, su hilito de agua regado en la tierra parecía ir filtrándose cada vez más profundo. Los terrones le abrían paso. En algún momento llegaría a unirse con ese río subterráneo, formado por otros tantos hilos de agua que sus hermanas venían regando desde hace años.
Apalie

2 - Cuento sin fin

Eliot retornaba sintiendo la brisa fresca que Boreal traía de su viaje por el norte, la luna brillaba imponente sobre su cabeza, iluminando tenuemente su camino de sombras rasgadas, que buscaba en aquellas extrañas tierras cercanas a los cielos.
No lo sabía… recordaba que en un tiempo llegó a vivir allí tal vez en otra vida alejada por indescifrables tiempos de la suya, su némesis lo aguardaba allí expectante para cambiarlo, para devolverlo o preservarlo, pero él no lo sabia, quizás lo intuía y por eso estaba allí engañando su voluntad.
Eliot descendió de su vuelo escondiendo sus alas en la espalda, la respuesta estaba en aquella región en aquella extraña superficie que él no podía pisar, caminó por las aguas del lago que brillaba cristalino y del reflejo de la luna en el agua emergió ella, como una extraña flor al compás de la lluvia y un suave viento primaveral, sobre su cuerpo manifiesto resplandecían las gotas que por él transitaban, libres.
--¿Qué es lo que buscas en estas extrañas y prohibidas tierras para ti, Eliot? --dijo ella, mirando sus ojos extraños, amables, pacíficos, pero con una extraña melancolía indescifrada.
--Tal vez te busco a ti --respondió éste, acortando las distancias, ella sin entender escrutó más allá de sus ojos, buscando el ánima de aquel ser.--A mí, pero se te ha prohibido que desciendas a estas tierras, ¿por qué me buscas?
El viento recorrió el lago, giró a través de ella y se retiró como había llegado.--Yo he descendido a las tierras que tú creaste, no a sus tierras, eso no se me está prohibido, sólo quiero estar a tu lado, para enseñarte el calor que brindan las estrellas, o el encanto del viento y los secretos que trae de tiempo lejanos que quiere develar.
Eliot avanzó hasta que sintió la respiración de la joven junto a él.--Siempre soñé con los momentos en que mi mundo se transformara en perfección y nunca creí que sería posible alcanzarlo.
La luna iluminaba la escena conmovida, tal vez ésa era la esencia que todo poeta busca desde su ánima, el estado de obnubilación de los sentidos, el abrigo del alma, el verdadero calor que abriga de verdad.Yo estaba cautivado, sólo expectante, pero aquella magia desapareció, el mundo se volvió mundo, la joven del agua me miró indignada y yo me sentí un idiota; había invadido un mundo que no me pertenecía, pero aquella magia tan real doblegaba mi ser, la chica del agua quitó sus pies del charco que la mojaba, se paró y caminó en dirección opuesta a la mía. Yo decidí no seguirla. Cada uno puede gestar su propio mundo, la lluvia empezó a caer y yo retorné a mi casa mientras mi cuerpo se mojaba, el viento me llenaba los pulmones cuando abrí la puerta y mi mundo apareció tras ella.

CEFIRO

Comentario sobre "Cuento sin fin" - Parte 1

Lo voy a publicar como entrada, así es más fácil verlo.
Aprovecho para decirles que, como esto es un blog, lo de arriba de todo es siempre lo más nuevo, así que les puse número a las partes del cuento para que no se haga lío. Cualquier cosa, me piden y se los mando por mail. Ivana
Ahora sí, el comentario:
Lau dijo...
Acá van algunas de mis sensaciones sobre el comienzo del cuento compartido.Lo sentí muy fresco con un tono informal que poco a poco nos invita a soñar, a descubrir todo lo que esta niña tan especial tiene para dar/compartir. Sin duda, nos invita a creer en la magia de las pequeñas cosas, a dejar de lado los miedos y a dejarnos llevar por la imaginación...Percibí en todo momento una excelente complicidad/conexión entre el relator y la niña del agua.(Creo que yo también tengo una niña así en mi barrio) ;-)
26 de diciembre de 2007 18:35

domingo, 23 de diciembre de 2007

1 - EL CUENTO SIN FIN (¡se largó nomás!)

Todo cuento empieza con "había una vez"... una niña que soñaba con crear un cuento eterno, infinito, sin fín; que abrazara a todas las galaxias para que todas las personas de todos los mundos pudiesen leerlo y a su vez ellos escribiesen también. Así el cuento no tendría fin. Y de esa forma los demás sabrían cosas de nosotros y nosotros de ellos y al conocernos más nos comprenderíamos mejor, perdiendo nuestros miedos al otro y estaríamos todos un poco más unidos. Porque en definitiva --pensaba la niña de mirada soñadora color de hadas-- lo que separa a las personas son nuestros miedos que nacen de no conocer a los demás. Si es tan fácil --suspiraba la niña--. Claro, no era una niña común; era... era una niña del agua. ¿Cómo, no conocen como es una niña del agua? Antes había pocas... ahora hay muchas. Se acuerdan cuando nuestras abuelitas decían ¡esta chica está todo el día en la luna! Esas son. Es fácil de reconocerlas...bueno, yo porque tengo una en el barrio, pero no se lo cuenten a nadie, es un secreto. Bueno... sigamos, como les decía; para reconocerlas hay que estar muy, pero muy atento... cuando creen estar solas, sueñan despiertas, tienen los pies en el agua y su cuerpo se estiraaa... se estiraaa hasta alcanzar con las manos las estrellas y en ese momento se produce la magia...miles de estrellitas de muchos colores descienden por su cuerpo y se distribuyen por todos lados... una vez la escuché decir que era para sanar la Tierra. Pero cuidado; si se sienten observadas ¡Pluff! desaparece el encanto y vuelven a ser una niña común, bueno, tan común no, siempre tienen algo de mágicas. Algunos creen que son hadas, otros ángeles. Para mí, son niñas, un poco raras, pero niñas al fín. Después de todo ¿quién no alcanza las estrellas con las manos? Sólo hace falta soñar, así de fácil. Sí señor.


La niña como no podía hacer todo sola --por más niña del agua que fuera-- empezó a llamar a sus amigos para que la ayudaran. Así cada uno debería escribir un pedacito de este cuento compartido haciéndolo "sin fin", y como yo creo en la magia de las personas --tanto de las que están como de las que no estan en internet-- creo que entre todos podemos hacer realidad el sueño de "la niña del agua".

Gracias a todos por ayudar a realizarlo

Q. K.

Carta del 23/12/07

SIMPLICIDAD


No compliques las cosas. No hagas una montaña de una pavada. No es el momento de hacer tanto "espamento". Seguí el fluir natural de los hechos. No lo hagas más complicado. Mantené el ego bajo control y no te dejes llevar por emociones que pueden ser exageradas. Tomá tus decisiones y formate tus opiniones según lo que sabés, no lo que creés saber. No permitas que las situaciones te confundan. No te dejes engañar por complicaciones innecesarias. Está alerta y sé sincero/a. Hacé sólo aquello que sea necesario en este momento. Es un buen momento para ser humilde. No dejes que el brillo y las luces te afecten. Es momento de ser lo más sencillo/a y natural posible. Dejá de lado la ilusión y fijáte únicamente en lo esencial. ¿Cuáles son los hechos simples de esta situación? Sé claro/a. ¿Por qué estás atrayendo situaciones que te complican la vida? ¿Puede ser que todo este "teatro" te sirva para mantenerte alejado/a de tus objetivos, de tus metas? (Es una excusa para no tratar de lograrlos.) ¿Qué pasó con todos esos sueños hermosos que tenías? ¿Estás viviéndolos o hace rato que los olvidaste? Nada más tomáte un momento y concentrate en lo que de verdad querés para tu vida. Cuando lo hayas hecho, habrás dado el primer paso para crearlo (manifestarlo, hacer que se vuelva realidad). Lo que necesitás ahora es actuar de manera sincera, incondicional, sin querer controlarlo todo y sin juzgar (sin prejuicios).

Y mientras esperamos que arranque el cuento compartido...

Conducta de los espejos


--¿lo percibes sutil?
--no sé, ¿el qué?
--el aire cargado de tensión. Pequeñas partículas rígidas deslizándose por la atmósfera.
--no sé, ¿paranoia?

Una conversación trivial o profunda. Mágica o real. Pero el viento la calló.

Lentamente en el silencio, una melodía airosa y crónica fue hipnotizando al joven sentado en la ladera de una colina. Esperaba al tiempo o escapando de él.
San Carlos no es una aldea aislada. No es una parcela de tierra desalineada de otra parcela.
Todos los acontecimientos están entrelazados. Una acción que tú hagas hoy. Algún día afectará a otros que ni siquiera conoces o siquiera existen. Para bien o para mal.
Somos electrones girando sobre la orbita de un núcleo, que se unen a otros átomos. Y estos a otros átomos. Como un planeta en un sistema. Y un sistema en una galaxia. Todos formamos parte de un todo.
Existió en un período de tiempo pasado, presente, futuro. Un hechicero que, siguiendo algún designio, arrojó por todo el territorio sal y luego con un conjuro derramó dos lagrimas que se transformaron en espejos. Una quedó suspendida en el aire y la otra estocada en la tierra.
Con el transcurso de las estaciones, las raíces de la humanidad se desprendieron del suelo impuro, y vagaron hasta el final de los tiempos con pequeños fragmentos de la verdad dividida en doce y esparcidos por el mundo.
Y con el transcurso de las lluvias, nació en el hombre la inteligencia. Pero la inteligencia trajo voluntad. Y la voluntad, ambición. Y la ambición, esclavitud.
Y con el transcurso del frío, el hombre descubrió los espejos. Uno que anhelaban y no podían alcanzar. Y otro que odiaban pues nada les mostraba. Si un dios inspirado, su arte era el hombre. Un espejo inspirado, su arte era el reflejo. Pero este espejo no mostraba nada. Era tan solo una ventana ennegrecida de imágenes borrosas. Y el hombre como no tenía toda la verdad, la inventó. Inventó profecías y religiones, que luego fueron patrimonios.
El viento trajo tormentas. Y la tormenta destrucción. Pero luego calló. Y el joven en la ladera de la colina supo que era el momento. Otra vez, otro momento. El espejo, ahora una lagrima, rió. Pero no era una burla, sino una comprensión animosa.
--no tiene nada que ver donde crece la mala hierba, sino quien la ingiere y no la escupe --dijo al espejo, mientras éste mostraba su imagen. Pero no era él al menos que observara el reflejo de sus ojos, la fuente de su magia.
Su cuerpo diáfano se incorporó sacudiendo unos cabellos nocturnos.
El universo no necesita estar en perfecta armonía con la ambición humana. Sus manos sal saladas se disolvieron en el aire. No habría más cuentos. Esta vez no había necesidad de más lágrimas.

Autor: Mariano