domingo, 23 de diciembre de 2007

1 - EL CUENTO SIN FIN (¡se largó nomás!)

Todo cuento empieza con "había una vez"... una niña que soñaba con crear un cuento eterno, infinito, sin fín; que abrazara a todas las galaxias para que todas las personas de todos los mundos pudiesen leerlo y a su vez ellos escribiesen también. Así el cuento no tendría fin. Y de esa forma los demás sabrían cosas de nosotros y nosotros de ellos y al conocernos más nos comprenderíamos mejor, perdiendo nuestros miedos al otro y estaríamos todos un poco más unidos. Porque en definitiva --pensaba la niña de mirada soñadora color de hadas-- lo que separa a las personas son nuestros miedos que nacen de no conocer a los demás. Si es tan fácil --suspiraba la niña--. Claro, no era una niña común; era... era una niña del agua. ¿Cómo, no conocen como es una niña del agua? Antes había pocas... ahora hay muchas. Se acuerdan cuando nuestras abuelitas decían ¡esta chica está todo el día en la luna! Esas son. Es fácil de reconocerlas...bueno, yo porque tengo una en el barrio, pero no se lo cuenten a nadie, es un secreto. Bueno... sigamos, como les decía; para reconocerlas hay que estar muy, pero muy atento... cuando creen estar solas, sueñan despiertas, tienen los pies en el agua y su cuerpo se estiraaa... se estiraaa hasta alcanzar con las manos las estrellas y en ese momento se produce la magia...miles de estrellitas de muchos colores descienden por su cuerpo y se distribuyen por todos lados... una vez la escuché decir que era para sanar la Tierra. Pero cuidado; si se sienten observadas ¡Pluff! desaparece el encanto y vuelven a ser una niña común, bueno, tan común no, siempre tienen algo de mágicas. Algunos creen que son hadas, otros ángeles. Para mí, son niñas, un poco raras, pero niñas al fín. Después de todo ¿quién no alcanza las estrellas con las manos? Sólo hace falta soñar, así de fácil. Sí señor.


La niña como no podía hacer todo sola --por más niña del agua que fuera-- empezó a llamar a sus amigos para que la ayudaran. Así cada uno debería escribir un pedacito de este cuento compartido haciéndolo "sin fin", y como yo creo en la magia de las personas --tanto de las que están como de las que no estan en internet-- creo que entre todos podemos hacer realidad el sueño de "la niña del agua".

Gracias a todos por ayudar a realizarlo

Q. K.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acá van algunas de mis sensaciones sobre el comienzo del cuento compartido.
Lo sentí muy fresco con un tono informal que poco a poco nos invita a soñar, a descubrir todo lo que esta niña tan especial tiene para dar/compartir. Sin duda, nos invita a creer en la magia de las pequeñas cosas, a dejar de lado los miedos y a dejarnos llevar por la imaginación...
Percibí en todo momento una excelente complicidad/conexión entre el relator y la niña del agua.
(Creo que yo también tengo una niña así en mi barrio) ;-)